miércoles, 29 de febrero de 2012

HAIKÚ II


Fantasmas navegantes
historias del pasado
fotografías antiguas.

martes, 28 de febrero de 2012

EL POEMA ONÍRICO




Dicen que pasamos más del diez por ciento de nuestra vida soñando, sin embargo, ésta no es la razón por la que me interesa demasiado la vida onírica; más bien es porque casi siempre sueño historias bizarras, otras veces ilógicas y algunas con un significado oculto. Además, todas  mis obsesiones, anhelos, ilusiones y miedos se manifiestan en ellos. A pesar de todo esto, la razón principal es porque estoy buscando en mis sueños el poema más significativo de mi vida, ese poema que alguna vez escribí en un sueño (después de algunas noches de insomnio) y que al despertar se me olvida casi por completo y solamente me quedan en la memoria reminiscencias, palabras aisladas y la esencia del poema; porque sé de la vivencia que expresa ese poema personal que es muy mío y que no puedo compartir con nadie porque solamente se me permite leerlo en mis sueños. Ese verso quiásmico-simbólico, es la guía de mi vida. (Supongo).

Por este motivo que he investigado todo lo relacionado con los sueños: desde la psicología al esoterismo, pasando por la antropología, puesto que en la historia de la humanidad existieron culturas que le daban mucha importancia a los sueños. Dentro de todo este estudio me encontré con  la tribu de los “Senoi” que, según los antropólogos, este pueblo primitivo ha sido el grupo más democrático que ha existido; pues no han tenido crímenes violentos, ni conflictos personales a  lo largo de muchos siglos. Esto se debe a que utilizan la interpretación y manipulación de los sueños para conservar su salud mental.

En mi búsqueda también me encontré con cosas desagradables como las vulgares y modernas interpretaciones de los sueños (como el falso esoterismo). Por ejemplo, si sueñas con una “serpiente” significa que una persona que te adula mucho te va a traicionar Menos abominable es la interpretación de los sueños de Freud, puesto que concibió su teoría como algo único y universal. Yo por eso prefiero a Jung y a Calvin Hall.

También me topé con algunos teóricos, literatos, místicos y psicólogos como Quevedo, Borges, Swami Rama, Saint-Denis, Paul Tholey, Ouspensky, Rapport, Hugo Hiriart y Perls. No obstante, lo que más me ayudó para alcanzar mi objetivo fue el “Yoga de los sueños” y estudié la teoría y la práctica del Mahamaya Tantra, para poder controlar mis sueños. En este manuscrito tibetano comprendí que todas las cosas están hechas de sustancias de los sueños. ¡Sí!

Con esta técnica del yoga pude adentrarme en la mente de los más “grandes soñadores” y buscar en ellos mi poema. Primeramente entré en el sueño de Samuel  Taylor Colerige y pude transcribir los 146 versos que se le esfumaron cuando despertó. Aunque me agradeció por haberle dado sus poemas oníricos, dijo no haber leído el mío y me animó para que siguiera buscando.

En otro sueño logré ver a Einstein cuando concebía su teoría de la relatividad, lo observé viajando por el espacio montado en un rayo y supe que mi poema jamás andaría flotando por ese universo en una página virtual.

En el sueño de Elías Howe conocí la primera máquina de coser y al ver como la había inventado, me escribió en una tela con letras de hilo dorado un fragmento de mi poema, le agradecí y salí de esa habitación hacia un desierto, que no sé como apareció de repente ahí, y llegué a la duna más alta y observé en relieve la tabla periódica de Mendeilev y descubrí que en el elemento 115 estaba registrado otra parte de mi poema, pero en una fórmula química la cual entendí.

Cuando Herman Hilprech soñó como un sacerdote asirio le explicaba la manera de unir los fragmentos de una tablilla de escritura cuneiforme, que después pudo descifrar, se dio cuenta que detrás de ésta había otra escritura, de la cual no supo su significado; aunque yo intuí que se trataba de una parte de mi extraño y escurridizo poema el cual extraje como una de tantas piezas de un rompecabezas literario.

Dentro de otro viaje onírico escuché los compases de del Mesías de Haendel, el Oro del Rhin de Wagner, el vals Oro y plata de Franz Lehar y la tocata del diablo de José Tartini; y en cada melodía pude extraer una palabra de mi poema. Después de abrir o cerrar mis ojos (no recuerdo exactamente), vi en unos lienzos los rostros de varias señoras y al observar más detalladamente me di cuenta que eran las madonas de Rafael. Lo triste fue que ahí no encontré ninguna palabra de mi poema.

Desesperado por no encontrar rastro de lo que buscaba, me puse a soñar de nuevo y vi como Kekule descubrió la molécula del benceno, cuando observó que le rodeaba una inmensa serpiente que se mordía la cola. En esta visión no había palabras de mi poema, ni letras, ni voces, pero supe más de la esencia de mi poema y de mi personalidad que cualquier palabra más clara y legible, porque fue una circunstancia simbólica y reveladora.

A lo largo de esta búsqueda estuve presente en los sueños de varias personas trascendentes para la humanidad. Por ejemplo, visité a Descartes, Mendel, Louis, Agassiz, James Watt, Visnú, Shamash y escuché cuando Tchuan-Tsen se preguntaba: “¿Quién soy en realidad, una mariposa que sueña ser filósofo, o un filósofo que sueña ser mariposa?”.

Sin embargo, en todos ellos no encontré la parte final de mi poema y ya ni supe si estaba soñando o en vigilia. Lo que si supe fue que, después de todas estas experiencias, me encontré con el poeta Kabir y me dijo: “has dormido innumerables siglos. Esta mañana ¿no querrás despertarte?” Y le respondí que antes quería encontrar la parte final de mi poema, y él me dijo: “cierra los ojos y verás”.

 Cuando procedí de esa manera, vi dentro de mi mente el tan buscado poema; lo leí por completo y cuando terminé de escribirlo, las letras se revelaron a permanecer en el papel y se volvieron deleznables, solamente me quedé observando la hoja en blanco y comprendí que ese poema es personal y solo para mí…

lunes, 27 de febrero de 2012

HAIKÚ I



Nube en el cielo
lluvia en la tierra
lodo en los pies.

jueves, 23 de febrero de 2012

SOLO SOMOS UNO


Si hasta nunca somos uno
si hasta siempre hay dos,
dos seres en el tiempo
aires, remolinos.

Un sonido de campana
mas dos son muchos
cuántas cosas en el aire
cuántos somos nunca
si nunca estamos todos
solo uno es yo
yo soy él y jamás todos.

En las afueras de los bosques
un árbol sueta una hoja

viernes, 10 de febrero de 2012

PARA SIEMPRE NUNCA


Un para siempre nunca brilla en tus ojos,
es lo que dicen y lo que expressan.

Para siempre nunca llorarás
en una esquina del fin del mundo, en un momento que se congela
como una fotografía marchita por el tiempo: sin tinta y sin rocío.

Cuando un torbellino de deseos
revolotean en el centro de la frente
y duele el pensamiento;
entonces viene el desmayo,
los ojos se cierran y el vacío nos inunda,
caemos con las piernas y los brazos extendidos
en un para siempre nunca, momento horizontal.

Atrás de la puerta alguien silva una canción...