Calor y desprecio,
un pueblo que no supo de ti,
un sueño olvidado;
perdido en el tiempo.
Alas rotas en un cielo invertido.
Eolos boca abajo, cambiante.
La desesperació que no fue tuya,
se expande en mí,
un rayo hechizante.
Hay un llegar a ese punto
donde siempre es de día
en donde late el corazón
de una mujer
que es casi una diosa.
un pueblo que no supo de ti,
un sueño olvidado;
perdido en el tiempo.
Alas rotas en un cielo invertido.
Eolos boca abajo, cambiante.
La desesperació que no fue tuya,
se expande en mí,
un rayo hechizante.
Hay un llegar a ese punto
donde siempre es de día
en donde late el corazón
de una mujer
que es casi una diosa.
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